La junta de la culata es un elemento que, en principio, debería durar toda la vida útil del coche. Sin embargo, no siempre es así. Una avería de este elemento puede dañar el motor, ya que su correcto funcionamiento depende en gran medida de él.

Este componente va entre la culata y el bloque motor. Su función principal consiste en absorber las imperfecciones de estas dos partes y favorecer cuestiones tan importantes como la compresión, el flujo de aceite o refrigerante y también los gases de combustión, tal y como explica el RACE.

Hay algunas señales que te avisarán de que la junta de la culata está averiada y que conviene que conozcas:

– Bajo nivel del líquido refrigerante.

– Temperatura excesiva en el motor.

– Presencia de aceite en el circuito del refrigerante (o viceversa).

– Gotas de agua a través de la válvula de escape o humo blanco porque el refrigerante ha entrado a los cilindros.

Si observas alguna de ellas, acude a tu taller de confianza para que puedan confirmar si hay o no un problema con la junta de culata.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *